ABUELO ( I )
Sólo puedo mirarle desde
abajo
y se pierden mis ojos en su
altura
altura de humildad y de
cordura
templada por cien vidas de
trabajo.
Quisiera conocer aquel atajo
que me lleve a alcanzar su
bondad pura
pero tropieza mi caricatura
y a mi mismo regreso
cabizbajo.
Aunque quiera y no pueda ser
su espejo
me bastan sus palabras, su
memoria
la eterna sensatez de su
consejo.
Redimo mi ignorancia, hallo
consuelo
y crezco hacia la vida en
cada historia
que brota de los labios de mi
abuelo.
(Del Libro "SONETARIO", Oviedo 2006)
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