Valoración 3/10
300 desde la fila 8 de una sala IMAX.
Después de tantos años de experiencia
sigo siendo un cinéfilo tonto. Toda la información previa que me había llegado
de esta película indicaba que iba a ser casi con total seguridad una estupidez.
Una batalla del año catapún de esas que se estudian en 7º de EGB o en algún
curso de la ESO, revisitada por Frank Miller primero y por Hollywood después con
esa nueva técnica chipirifláutica donde no existe nada de lo que se ve y que todo
sea dicho, había dado previamente en Sin City unos resultados aceptables.
La publicidad carnívora pudo de nuevo más que mi débil instinto y hube de aterrizar en la butaca 10 de la fila 8 de la sala IMAX de Oviedo, experiencia que no repetiré probablemente en el futuro por las razones que expondré a continuación.
Lo que se anuncia como una vivencia
alucinógena solamente conlleva una pantalla más grande al menos en el caso de
películas en 2D. La sala tiene 16 filas y el sentarme en la mitad me produjo el
mismo efecto que si me hubiera sentado en la fila 4 o 5 de un cine normal, es
decir, tuve que hacer un enorme esfuerzo para no quedarme bizco. Y me pregunto ¿Para
que sirven las 8 primeras filas si tus ojos no pueden abarcar la pantalla?
¿Alguien se ha sentado alguna vez en la fila 1 de cualquier cine? ¿Tenía fila 1
el cine privado de la mansión de Stanley Kubrick? Expresada mi opinión sobre
los cines en general y los IMAX en particular hablaré un poco de esta
¿película? a la que muchos críticos puntúan con notas tan elevadas que parece
que ha de codearse con La Quimera Del Oro, Sed De Mal, Vértigo y tal vez
próximamente con Condemor 3 o Colega ¿Donde Está Mi Playstation?.
Cuando una película no tiene guion lo más
probable es que resulte fallida. En el caso de 300 lo que nos cuentan de sus
personajes es tan plano, trillado y superficial que no nos interesa ni su vida,
ni su muerte, ni su amor, ni su odio, ni sus ideales, por lo que resulta del
todo imposible experimentar algún sentimiento con relación a sus vicisitudes.
La película a sabiendas que no tiene absolutamente nada que ofrecer se convierte por momentos en una versión épica de Agárralo Como Puedas, Hot Shots o Scary Movie y así van apareciendo situaciones o caracteres ya vistos en otras películas desde Gladiator hasta El Señor De Los Anillos con Gollum incluido. De entre todas estas parodias cabe señalar una que tocó mi corazoncito. ¿Aquel tipo que estaba encadenado y que una vez soltado se dedica a machacar espartanos no se trataba de Sloth el inolvidable gigante de los Goonies adicto al chocolate? He mirado en IMDb pero no hay información al respecto.
Por otra parte la técnica ya nombrada de
nada por aquí nada por allá que tengo un ordenador muy vacilón con el que nos
ahorraremos los decorados no sirve de mucho esta vez porque para ver dos
piedras, tres bichos y cuatro barcos podemos ponernos en casa El Viaje A La Luna
de Melies o la de los argonautas de Harryhausen ya que cuando existe
creatividad solo se necesitan unas manos para construir cosas bellas.
¿Que se puede hacer para redondear el desastre y tener mucho éxito? : ¡Cortar cabezas! Algún día deberían analizarse las múltiples incursiones cinematográficas en el difícil arte de cortar cabezas. Desde el trauma infantil de aquella cabeza que volaba por los aires en la primera parte de Viernes 13 hasta las cabezas voladoras de 300 no se ha producido ningún avance destacable.
Probablemente lo mejor de 300 sean los títulos de crédito finales, el resto se cae al vacío.
( Del Libro " EL CINE QUE RESPIRA ", Oviedo 2014 )
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