Partiendo de un humilde cuento de
literatura infantil Hollywood sacó lo mejor de sí para darle vida y obtuvo un
irresistible divertimento donde todo está cuidado con mimo y cariño, estrujando
todas las técnicas cinematográficas conocidas en la época y adornándolo con
canciones que han pasado a ser estándares del folclore americano. Todo
funciona, y en ningún momento hay altibajos porque está cargada de detalles que
continuamente nos amenizarán el ya de por sí fascinante viaje.
Mención aparte merecen las criaturas que
pueblan la tierra de Oz: El hombre de hojalata, el león, el espantapájaros, las
brujas, el propio Mago de Oz... todos ellos junto a Dorothy y su inseparable
Totó son cautivadores y llenos de matices. A titulo personal me atrae especialmente
el espantapájaros porque siempre he pensado que tienen algo de inquietante y
dan mucho juego a determinadas películas de fantasía que los incorporan y
utilizan explotando ese lado fantasmagórico y misterioso.
Ha pasado mucho tiempo desde que el niño
que fui partía de la mano de Dorothy hacia Ciudad Esmeralda pero en el fondo la
verdad es que mi visión de las cosas no ha cambiado tanto. Cualquier día
volveré a recorrer el camino, sé que las baldosas amarillas siempre estarán ahí
para mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario