Valoración 10/10
Yo quiero ser como tú, amigo Eduardo.
Yo quiero ser como tú, amigo Eduardo.
Quisiera poder amar a mi padre con la pureza con la que tú lo haces. Te creó
inacabado, pero le amas igual. Tu padre que te enseñaba cuantas tazas de te era
necesario aceptar y cuantas rechazar, tu padre, que paraba su sabia explicación
para leerte poesía. Nunca le reprochaste que no te diera manos, es más se lo
agradeciste con tu creatividad, yo quiero ser como tú, amigo Eduardo.
Yo quiero ser como tú, amigo Eduardo,
porque desde el primer momento en el que te sacaron de tu hábitat intentaste
adaptarte con todo tu corazón a la mezquina vida mundana. Para todos tenías una
palabra o un acto amable ya sea poniendo tu cara al servicio de los productos
Avon o abriendo una lata de coca cola en una barbacoa.
Yo quiero ser como tú, amigo Eduardo, y
hacer cosas bonitas como tus dinosaurios verdes y tus estatuas de hielo. Me
bastaría saber hacerlas con mi cuerpo que a primera vista no está trabado pero
tal vez se trate de eso tú utilizas tu deformidad para crear belleza, los tipos
normales como yo y como los vecinos que a ti te rodean pocas cosas podemos
hacer que se salgan de lo rutinario, yo quiero ser como tú amigo Eduardo.
Yo quiero ser como tú, amigo Eduardo, y
enamorarme de una chica imposible por el simple hecho de enamorarme. Sabes que
nunca podrás abrazarla pero la amarás igual y robarás y matarás por ella pero
no por dinero o por hacer daño sino simplemente por amor, yo quiero ser como
tú, amigo Eduardo.
Yo como quiero ser como tú, amigo
Eduardo, porque eres un tipo sabio que repartiría una bolsa llena de dinero
encontrada al azar entre sus seres queridos. ¿Dársela a la policía? ¿Qué haría
la policía?: repartirla entre sus "amigos" (que no seres queridos),
yo quiero ser como tú amigo Eduardo.
Yo quiero ser como tú, amigo Eduardo,
porque hay que saber llegar al límite en el momento justo. Ese límite donde no
importa pinchar una rueda de un coche o cortarle una pata a un dinosaurio
verde. Yo siempre llego al límite a destiempo y cuando eso sucede no hago más
que tonterías, yo quiero ser como tú, amigo Eduardo.
Yo quiero ser como tú, amigo Eduardo,
porque aunque pierdas a la chica sabes que la has ganado para siempre y ella
nunca podrá ver la nieve de la misma forma y le contará a sus nietos una y otra
vez tu hermosa historia que es a la vez la suya. Yo cuando pierdo a una chica
me niega hasta el saludo.
Yo quiero ser como tú amigo Eduardo...